Si has escogido este método no puedes dejar pasar y tener en cuenta todos los riesgos que entraña.
Te los describimos a continuación, así que si estás interesado sigue leyendo...
El tratamiento depilatorio con láser es generalmente un
procedimiento seguro cuando es llevado a cabo por un profesional cualificado,
sin embargo existen riesgos y efectos secundarios debido a la mala praxis.
Entre ellos podemos encontrar:
·
Ampollas
en la piel del área tratada: Esto puede ser causado por haber utilizado una
frecuencia del láser mayor a la que requería tu tipo de piel.
·
Cicatrización:
La principal causa es el láser en sí, aunque una infección después del
tratamiento también puede causar la creación de tejido cicatrizal. Los sistemas
de depilación láser basados en pulsos han minimizado el riesgo de cicatrización
tras el tratamiento.
·
Hiperpigmentación:
Consiste en el oscurecimiento de la piel. Puede ser causada por un incremento
en la producción y almacenamiento de pigmentación bajo la piel. Este problema
es habitual en las personas que tienden a broncearse o que tiene la piel
oscura.
·
Quemaduras:
Las quemaduras (en primer grado) en la piel tratada son un grave efecto
secundario pero, afortunadamente, no son frecuentes. Pueden ser tratadas
proporcionando a las heridas los cuidados adecuados.
·
Hematomas
en las áreas tratadas.
·
Postillas:
La aparición de costras o postillas puede ocurrir después del tratamiento con
cierto tipo de láser y suele deberse a haber tratado en exceso una determinada
zona. Debe ser tratado con cuidados postoperatorios, sobre todo si han
aparecido después de un tratamiento con láser alejandrita o láser de rubí de
largas pulsaciones.
Libro de
depilación avanzada. Autora Isabel Sanchez.
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