¿Estás pensando en hacerte algún "retoque" y no sabes qué técnica usar?
Si quieres estar "a punto" para esta época de bodas, bautizos, comuniones, reuniones con amigos... Te damos una opción: ácido hialurónico.
Si te interesa, sigue leyendo...
El ácido hialurónico es un polisacárido presente en nuestro organismo de forma natural. Lo podemos encontrar en las articulaciones y cartílagos, así como en nuestra piel, formando parte del tejido conjuntivo colágeno.
En el ámbito estético se suele utilizar inyectándolo, siempre de manos de un médico estético, de forma que rellene los volúmenes perdidos por la edad y las arrugas.
Al ser un componente propio de nuestra piel no estamos introduciendo ninguna sustancia extraña a ella pero, de este modo, sufre una degradación igual que si fuera nuestro propio ácido hialurónico. Esto es, con el paso del tiempo es degradado de tal manera que desaparece de nuestro organismo y, por ende, sus efectos se disipan.
Algunas de las zonas más comunes para la inyección de este componente cutáneo son:
- Contorno y comisura de los labios.
- Volumen labial y facial (pómulos)
- Arrugas labiales o peribucales (alrededor de la boca)
- Surcos nasogenianos (líneas de expresión que van desde a ambos lados de la nariz hacia la boca)
- Arrugas perioculares externas (patas de gallo)
En esta imagen podemos ver el antes y después de una infiltración de ácido hialurónico:
Pero no nos dejemos engañar, las cremas que llevan ácido hialurónico, a no ser que tengan la patente de que se halla fragmentado, no lograrán este efecto, ya que se trata de una macromolécula que no penetra en la piel a no ser que sea inyectada.
Imágenes obtenidas de Google.
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